La primera vez que miré hacia arriba
La primera vez que me fijé de verdad en una rapaz fue con el milano real. No porque supiera reconocerlo, ni porque lo estuviera buscando, sino porque apareció de pronto sobre mi lugar de pajareo, en un sitio donde no es habitual ver rapaces… a no ser que camines y camines hasta casi el final del recorrido. Aquel día no llevaba la cámara, ni prismáticos. Solo estaba allí, con mis propios ojos, y de repente miré al cielo y me quedé completamente anodada. Había dos siluetas enormes planeando con elegancia, dando círculos lentos, con las alas abiertas como alas de dragón. No sabía qué eran. Solo sabía que eran grandes. Muy grandes.
Entonces se me acercó un ciclista, curioso por mi cara de asombro, y me dijo: “Son cernícalos”. Yo, sin saber mucho, respondí: “¿Cernícalos? ¡Ah, qué impresionantes!” Pero en el fondo, algo me decía que no. Aunque no sabía distinguir aún ninguna rapaz, tenía claro que aquello no podía ser un cernícalo. Sabía, al menos, que los cernícalos eran pequeños. Y aquello no lo era. Me fijé con atención. En sus alas, en su vuelo, en esos dibujos tan marcados en la parte inferior. Hice un esfuerzo por retenerlo todo en mi memoria como si fuera una fotografía. Y en cuanto llegué a casa, con las piernas todavía cansadas, abrí mi guía de aves… y ahí estaba. Milano real.
Desde entonces, he tenido la suerte de volver a verlos. Y esta vez sí, con cámara en mano. No solo a uno, sino a varios. A decenas. Me siguen impresionando. Sobre todo lo esquivos que son. Lo rápido que desaparecen cuando te acercas. Y me resulta casi contradictorio: que un ave tan poderosa, tan grande, tan majestuosa, tenga tanto miedo de nosotros. Como si no fueran ellas las depredadoras. Como si el mundo les hubiera enseñado que lo verdaderamente peligroso… camina en dos patas.
No sé si es miedo lo que sienten. O hartazgo. O desconfianza. Pero hay algo en su distancia que me conmueve. Y cada vez que vuelan sobre mí, pienso que quizás, al igual que yo, ellas también están aprendiendo a mirar desde lo alto.
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